La Fe como Clave para la Renovación Cultural

Eliseo Javier Asso

La Ilustración intentó algo absolutamente revolucionario, como reemplazar la fe con la razón. Sin embargo, según Os Guinness, este proyecto ha fracasado. Es interesante, porque lo que está en el centro de su argumento es que, aunque prometía progreso universal, terminó fragmentando las bases de nuestra civilización. Ahora, en lugar de un terreno común, tenemos ideologías que no dialogan: el marxismo radical, la revolución sexual y un islamismo radical que rechaza tanto los valores judeocristianos como los principios de la misma Ilustración.

Felicity

Sí, y esto realmente me resuena. Cuando pienso en algunos de los barrios post-industriales en Inglaterra, lugares donde crecí, ya sabes, parece como si esas comunidades hubieran perdido el pegamento que las mantenía unidas. Los valores compartidos, esos pequeños actos cotidianos de fe o tradición comunitaria, han sido reemplazados por un tipo de individualismo que... bueno, a menudo se siente vacío.

Eliseo Javier Asso

Esa falta de cohesión social, como señala Guinness, viene de la pérdida de su centro moral, ese núcleo unificador. Porque se supone que la razón debía darnos un sistema mejor, sin dogmas, pero en su lugar hemos terminado en esta ironía... ¿no crees? La idea de una "razón universal" ha sido redefinida por los posmodernistas como poder: poder blanco, europeo, masculino. Y este colapso de la razón nos ha llevado a una deriva hacia movimientos que, en lugar de liberar, imponen nuevas formas de conformidad ideológica.

Felicity

Sí, es como si hubiéramos reemplazado una forma de dogma por otra. Pero la fragmentación cultural no solo afecta a las ideas; la siento en las calles, en pequeños detalles. Recuerdo haber visto cómo los clubs de trabajadores desaparecían, esos lugares donde la gente solía reunirse, compartir ideas, canciones... Un espacio de pertenencia. Ahora es como si la identidad colectiva se hubiera desvanecido, reemplazada por una especie de soledad ruidosa.

Eliseo Javier Asso

Exactamente. Guinness menciona que esta falta de arraigo en principios trascendentes nos deja como flores cortadas: todavía hermosas por un tiempo, pero desconectadas de lo que las mantiene vivas. La libertad degenerada, sin restricciones, se convierte en un terreno fértil para los excesos del poder y, como decía él, para el descenso al “totalitarismo democrático” donde las reglas y regulaciones, aunque progresistas, pueden sofocar.

Felicity

Y creo que todos lo sentimos a nuestra manera, aunque no lo pongamos en palabras. Esa desesperación silenciosa cuando no hay un propósito superior que nos una, que nos guíe. Es difícil no preguntarse hacia dónde nos lleva todo esto.

Eliseo Javier Asso

Es interesante lo que dice Bishop Barron al respecto. Cuando Guinness habla de la desconexión de nuestras raíces morales, Barron lo complementa diciendo que una cultura necesita un alma, una brújula común. Sin esta conexión con lo trascendente, con Dios, terminamos llenando ese vacío con cosas que no pueden sostenernos. Pero, ¿es realmente factible pensar que la fe podría retomar ese rol perdido en una civilización moderna?

Felicity

Pues, mira, creo que... sí, tiene sentido. Si lo miras desde la perspectiva de como él lo describe, ese "dinamismo hacia el infinito". Cuando las personas pierden esa orientación, hacia algo más alto, algo que trasciende nuestro día a día, bueno, terminamos envueltos en nosotros mismos. Y, honestamente, ¿eso no es lo que vemos en tantas partes hoy?

Eliseo Javier Asso

Exacto. Es lo que Guinness describe como la idolatría que se instala cuando desplazamos la fe. Pero considera esto: habla también de la "minoría creativa", un grupo comprometido con valores trascendentes. Piensa en los primeros cristianos en la Roma imperial. Eran una pequeña comunidad pero transformaron un imperio. No tenían poder político, ni ejército, pero su impacto fue monumental.

Felicity

¡Es tan intrigante! Porque si lo piensas, no estaban destruyendo, estaban proponiendo algo radicalmente diferente, ¿no? Una visión centrada en el amor, en la dignidad. Y eso, eso resonó. Pero me pregunto, ¿dónde están hoy esas "minorías creativas"?

Eliseo Javier Asso

Buena pregunta. Quizás, Felicity, el problema es que estamos tan atrapados en nuestras propias individualidades que no podemos organizarnos con un propósito más grande. Es interesante pensar en tu inquietud y agregar un poco de imaginación. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si una ciudad entera retomara principios basados en la fe? Un lugar donde las decisiones políticas no solo busquen eficiencia sino también servir al espíritu, donde cada comunidad local refleje aquel dinamismo de alma hacia algo más grande.

Felicity

Me encanta ese ejercicio. Pienso en mi propia ciudad natal, en cómo las viejas catedrales simbolizan algo más que piedras, representan un recordatorio diario de aspirar a algo más grande. Imagínate que esa mentalidad volviera a impregnar hasta las pequeñas plazas, los mercados diarios, el corazón de la comunidad. Al final, creo que eso cambiaría todo—las prioridades, las relaciones, incluso cómo entendemos el trabajo.

Eliseo Javier Asso

Y quizá, Felicity, eso es lo que este momento de crisis realmente demanda. Una vuelta a lo esencial, a una base sólida. Porque si no, como decíamos antes, acabamos en ese vacío... y la historia nos muestra que ese vacío no suele traer nada bueno.

Eliseo Javier Asso

Eso me hace pensar en algo que Guinness describe como esencial para enfrentar estos desafíos: las tres “erres”—raíces, restricciones y renovación. Reflexiona cómo, sobre esos cimientos, las sociedades pueden sostenerse frente a una crisis sin deslizarse hacia el autoritarismo. Y realmente, ¿cómo podemos construir un futuro si no entendemos nuestras raíces, si no sabemos de dónde venimos ni qué principios nos dieron forma?

Felicity

Totalmente de acuerdo. Las raíces son más que tradiciones viejas o nostálgicas, ¿no? Es esa conexión profunda con aquello que define quiénes somos. Es como... bueno, imagínate un árbol cortado de sus raíces; por más hermoso que sea, termina cayendo. Y tal vez eso explica la fragilidad que sentimos en muchas sociedades actuales.

Eliseo Javier Asso

Exacto, Felicity. Guinness menciona que sin estas raíces, quedamos como "flores cortadas". Que aún pueden ser bellas, sí, pero están condenadas a marchitarse. Lo que es fascinante aquí es cómo conecta estas ideas con la importancia de restricciones, límites éticos. No se trata de restringir por controlar; se trata de preservar la libertad misma.

Felicity

Ahí tienes razón. Es curioso, ¿no? A menudo pensamos en la libertad como la ausencia de restricciones, pero en la práctica esas restricciones pueden ser lo que garantizan una vida plena. Es como... bueno, me recuerda a un río. Sin sus bordes, el agua se dispersa y deja de fluir. Pero con límites, sigue un camino, con propósito.

Eliseo Javier Asso

Una metáfora excelente, Felicity. Barron también ofrece otro enfoque relevante: habla de los jóvenes, cómo buscan un significado hoy, muchas veces en medio de lo que parece ser un ruido existencial. Pero él lo ve como una señal de esperanza, una especie de anhelo sagrado por algo más grande, algo que les devuelva propósito y verdad.

Felicity

Sí, y es algo hermoso de observar, ¿no? Este “grito por Dios” o por algo trascendente no solo es esperanzador, sino que refleja una necesidad humana universal. En el fondo, todos lo sentimos, incluso si no lo llamamos de esa manera. Es como esa sensación de “exilio” cultural que mencionabas, Eliseo. Quizás estamos buscando el camino de regreso.

Eliseo Javier Asso

Y "exilio y retorno" es una metáfora poderosa, especialmente para nuestra época. Guinness lo usa para mostrar cómo no estamos destinados meramente a la decadencia y caída, como algunas narrativas seculares sugieren. Si abrazamos esos principios de fe, hay renovación. Pero claro, esto demanda un compromiso auténtico, no algo superficial.

Felicity

Eso es lo desafiante. Porque, siendo realistas, hemos estado atrapados tanto tiempo en lo inmediato, en las distracciones... reinventar nuestras comunidades y nuestras prioridades requiere algo profundo. Pero ¿no es emocionante pensar que sí es posible? Que, con las raíces correctas y una visión clara, podamos reconstruir una civilización vibrante.

Eliseo Javier Asso

Definitivamente es posible, Felicity. Este momento que vivimos puede ser un punto de inflexión. La clave está en anclarnos en lo que trasciende, redescubrir esos valores que, históricamente, nos han permitido florecer. Al final, creo que, como sociedad, tenemos una elección: continuar como flores cortadas, o replantarnos en un terreno más sólido.

Felicity

Y quizás esa es la verdadera llamada con la que debemos quedarnos. No evadir la crisis, sino verla como una oportunidad de crecimiento, de retorno a lo esencial, tanto personal como colectivamente.

Eliseo Javier Asso

Exacto. Pues, con eso, hemos llegado al final de nuestra charla de hoy. Muchas gracias por acompañarnos y explorar estas ideas tan profundas. Fue un gusto compartir, como siempre.

Felicity

Igualmente, Eliseo, y gracias a ustedes que nos escuchan. Hasta la próxima, cuídense y reflexionemos juntos sobre lo que significa construir algo que realmente perdure.