IA, Moral y sociedad narcisista
La IA tiene un potencial enorme para transformar nuestras vidas, como señala Michael Shellenberger, quien la usa a diario y la ve como una herramienta poderosa para diagnosticar enfermedades o mejorar la eficiencia. Sin embargo, no puede resolver los problemas morales que subyacen a nuestras crisis actuales. Mientras él critica cómo la sociedad delega responsabilidades —desde la censura masiva en Europa hasta el abandono de adictos en San Francisco—, Erica Komisartodos añade que el auge del individualismo y el narcisismo ha erosionado la base moral de la familia. La IA podría amplificar esta desconexión si se usa solo para comodidad o control, como con identificaciones digitales que vinculan datos personales, en lugar de fomentar relaciones humanas profundas que contrarresten la fragilidad emocional de las nuevas generaciones.
Por otro lado, ambos autores coinciden en que la verdadera solución está en reclaimar una moralidad centrada en el cuidado y la responsabilidad, no en la tecnología. Shellenberger aboga por nuevas instituciones y líderes que prioricen virtudes como la honestidad y el sacrificio, ejemplificado en figuras como Jonas, quien aprendió empatía al dar a otros, según Komisartodos. La IA no sustituye la necesidad humana de modelar generosidad y resiliencia en los niños, ni puede dictar qué constituye el bien o el mal —decisiones que, como dice Shellenberger, son subjetivas y humanas. En un mundo obsesionado con el "yo", la moralidad, no la inteligencia artificial, es lo que puede romper el ciclo de soledad y trastornos narcisistas, restaurando el valor de la comunidad y la familia.
Feb 23, 2025
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